Esto parece raro, un motor sin árboles de levas, y no lo digo por la complicación técnica que pueda suponer, sino porque la tendencia actual de los fabricantes, es decantarse por tecnologías híbridas y eléctricas. Esta tendencia, ha sido la que ha dejado de lado el desarrollo y evolución de motores a explosión, en beneficio de los alternativos. En mi opinión un error, ya que no hemos llegado ni mucho menos al límite de evolución de este tipo de propulsores. Y esto mismo debe de pensar Christian von Koenigsegg, que los motores de explosión no merecen morir, como si lo deben de pensar BMW o Renault, que aún teniendo patentes de motores sin árboles de levas, han desviado su I+D por otro camino.
Koenigsegg, que todo lo que vende, es de fabricación propia (de ahí su precio prohibitivo),
trabaja ahora en un motor sin árbol de levas, como declaraba Von Koenigsegg, fundador de la marca sueca, a la revista
EVO. Esta nueva tecnología, que suponemos, usará
un sistema de electroimanes para el movimiento de las válvulas, podría salir a la luz en los próximos años, y verse implantado en la próxima generación del superdeportivo de Koenigsegg. Este sistema, que permite un control casi infinito de la distribución, facilita el control independiente de la apertura y cierre de las válvulas, y por lo tanto, un control independiente de cada cilindro. Esto favorece una actuación de las válvulas con, no sólo mayor precisión, sino que también con mayor rapidez, lo que repercute en una mayor eficacia y velocidad de las explosiones (permitiendo motores de altas vueltas).
Tecnologías similares, pero de accionamiento mecánico ya están implantadas en vehículos de calle, como el sistema Valvetronic de BMW o el Multiair de FIAT. Sin embargo, estos mecanismos tienen límites físicos.
Por lo tanto, en caso -esperemos- de que Koenigsegg lleve a buen puerto esta tecnología, será sin duda alguna un paso enorme en el desarrollo de motores a explosión.
0 comentarios:
Publicar un comentario