Todo empezó con el Mini, la resurrección de un mito por parte de BMW, que causó furor (y aún hoy lo hace), con su diseño chic e imagen premium. Bastante después, viendo el tirón que tenía, Fiat hizo resurgir el 500, con la misma filosofía, diseño retro e imagen premium. Después le tocó el turno a Citroën con su DS3, y casi al mismo tiempo a Audi, con su A1. Viendo que este nuevo "segmento" está de enhorabuena, Opel quiere su parte del pastel con un modelo más pequeño que el Corsa (también se ha hablado del regreso del R5 por parte de Renault).
Toda esta idea, es todavía eso, una idea, no hay ni concept ni nada, de hecho el nombre interno con el que se denomina es Junior, pero nada definitivo.
Ya sabemos que el punto fuerte de estos vehículos es la imagen, gracias a las grandes posibilidades de personalización (colores, llantas, adhesivos...). Esto decía Duncan Aldred, director de Vauxhall Reino Unido a la revista AutoExpress, que buscaban crear un coche "juvenil, simpático y con mucha personalidad".
Por supuesto que no todo queda en la imagen, como ya hemos visto, estos pequeños urbanos chic, ofrecen además, un mayor equipamiento, mayor calidad de ajustes/materiales y por supuesto, un mayor precio. Pueden parecer inútiles, pero cuanta más variedad exista en el mercado, mejor para el cliente, sea al precio que sea. Y desde luego, esto deben de pensar los fabricantes y los clientes en general, ya que suponen unas ventas muy altas y cada vez son más las compañías que sacan al mercado vehículos de estas características -sólo hay que ver a Citroën con su gama premium DS-.
Fuente | AutoExpress
Vía | Autoblog
0 comentarios:
Publicar un comentario