martes, 29 de marzo de 2011

2050: ¿El fin de los motores de combustión?


Si pasamos del 2012 (ya sabéis, la teoría del fin del mundo), la próxima gran fecha podría ser el 2050. Este año, según tiene pensado la unión europea, estará ligado al fin de la circulación, por las ciudades europeas, de vehículos con motor a explosión (gasolina y diesel, vamos).

Está claro que gobiernos y fabricantes tienen metido en la cabeza que los motores alternativos, como los eléctricos, de hidrógeno o híbridos, son el futuro de la movilidad automotriz. Por eso, la Unión Europea, prevé restringir el uso de estos motores paulatinamente, con el objetivo de erradicarlos antes de 2050. Otro de los objetivos es llegar a 2030, consiguiendo que la mitad de la flota de vehículos ya monten propulsores alternativos. 
La manera de operar, no será prohibir estos propulsores en sí, sino aplicarles unas tasas muy altas para disuadir a los usuarios a usarlos, mediante peajes e impuestos, para circular en las ciudades.


Por lo visto, todo esto entra en un plan que tiene como objeto reducir las emisiones de CO2 hasta en un 60%, y de paso, reducir la dependencia energética de Europa. Además, se pretende sustituir el transporte por carretera de media distancia (a partir de 300km), por el uso del ferrocarril y transporte público (aprovechando la infraestructura de trenes de alta velocidad que se está instaurando en estos momentos en Europa)

Todo esto es en parte lógico, y se puede llegar a entender. Europa no es autosuficiente, ni mucho menos, en la producción de petróleo. Esto favorecerá la dependencia energética de la comunidad. Sin embargo, discriminará el automóvil tal y como lo conocemos, a favor de otros sistemas de transporte, como el vehículo eléctrico, que parece no importar que contamine más su fabricación, que la de un vehículo de combustión. Esto sin hablar del almacenaje de baterías usadas...


En mi opinión, si que veo factible la sustitución de vehículos contaminantes, por vehículos alternativos y transporte público en las ciudades, donde este tipo de propulsores es beneficioso. Sin embargo, pretender que se use el transporte público únicamente, también en recorridos de media y larga distancia, es un abuso. Me parece que hay más intereses económicos que medioambientales. Y ya sabemos que esto nunca llega a buen puerto.

En fin, amigos, este es el comienzo del fin del automóvil tal y como lo conocemos.

En Automóvil Hoy | Restricciones de tráfico en Barcelona

1 comentarios:

Anónimo dijo...

amigos?

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