Cada vez que se celebra un nuevo Salón del Automóvil, llegan con él los coches más atrevidos y rompedores de cada marca, los prototipos. Algunos intentan desvelar la nueva línea a seguir por el fabricante, otros concentran su tecnología como concepto, otros, simplemente son una locura pasajera. Es el caso de nuestra Locura de Salón de hoy, el monovolúmen más rápido hasta la fecha, el Renault Espace F1.
Corría 1994, y Renault se encontraba en un estado de júbilo incomparable. Los últimos 10 años supusieron una gran etapa para los galos, celebrando así el décimo aniversario del lanzamiento del Espace, y toda una década de éxitos deportivos en la Fórmula 1, con Matra de por medio. Aún sin haber relación alguna entre el espacioso superventas y los exitosos monoplazas Williams-Renault, los franceses quisieron unir esfuerzos para desarrollar probablemente el proyecto más radical de su historia.
La segunda generación del Espace, sufrió entonces el mayor chute de esteroides que un vehículo puede recibir. Los técnicos de Renault y Matra, a pesar de todo decidieron cortar por lo sano, y colocar literalmente un Espace sobre un Williams-Renault FW15C, solución parecida a la que tomó en su momento Ford con la Transit Supervan. El chasis se realiza en fibra de carbono, similar al del modelo de serie, aunque lógicamente reforzado. La suspensión delantera fue desarrollada por Matra, mientras que la trasera se toma directamente del Fórmula 1 en el que se basa.
La carrocería, con el objetivo de reducir el peso a la mínima expresión, se fabrica en fibra de carbono, guardando el aspecto del Espace, pero añadiendo faldones, un prominente alerón trasero, y un abultado ensanche de carrocería. Todas estas modificaciones no se hacen en vano, sino que incrementan la carga aerodinámica, y en el caso del ensanche, permiten el montaje de ruedas más anchas, 27/65R18 delante y 36/71R18 detrás, con llantas monotuerca.
El interior prescinde de todo elemento superfluo, conservando tan sólo un espartano salpicadero, 4 backets y barras de protección. Los backets traseros se montan por conservar la estética familiar del modelo de origen, pero no son "funcionales" ya que carecen del elemento de seguridad básico, como son los arneses de sujeción.
Estas modificaciones intentan conciliar con la bestia que se encuentra en el interior de su bonita a la vez que bruta carrocería. El propulsor no sólo se desplaza de la parte delantera hasta la central (se sitúa entre los dos asientros traseros), sino que se toma el propulsor de 3,5L V10 del Williams-Renault FW15C, proporcionando al nuevo monovolumen la friolera de 800CV. El motor fue revisado y exprimido (aún más) por los ingenieros, demostrando el interés y el significado del proyecto para ellos. La caja de cambios también se toma prestada, configurándose como semiautomática de 6 velocidades.
Las cifras son espectaculares, pudiendo denominar al Espace F1 sin equivocarnos, como el Fórmula 1 Familiar. 2,8 segundos son los que emplea en alcanzar los 100km/h desde parado, algo más tarde, en 6 segundos se alcanzan los 200km/h, así hasta rebasar los 300km/h. Las cifras de frenada tampoco pasan desapercibidas, logrando completar la maniobra 0-270-0 km/h en sólo 600m, obra de sus sofisticados frenos carbocerámicos.
En el siguiente vídeo podemos descubrir sólo por el sonido, lo que se esconde bajo la carrocería.
Nos situamos pues, ante el monovolumen más rápido, difícil de superar, y todo esto sin olvidarnos que nos encontramos en 1994, hace hoy 18 años. Un auténtico show-car, una auténtica Locura de Salón que difícilmente volveremos a ver.
1 comentarios:
En su momento me pareció una "pasada" y ahora me lo sigue pareciendo. A pesar del carácter familiar de la marca; a veces nos deleitan con auténticas locuras, como éste Espace o el Clio V6, por ejemplo. Innecesarias, pero agradecidos.
Gran articulo amigo. Saludos
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