Después de saber las consecuencias del terremoto en Japón del pasado Viernes, y sabiendo que el principal mercado de los fabricantes de automóviles japoneses es el americano, ya nos olíamos que la industria americana iba a sufrir estragos. Y ya está pasando.
Mientras que las plantas de ensamblaje de marcas japonesas en los Estados Unidos, Canadá y México se dedicaban a sus horarios normales de producción según lo planeado, los equipos de evaluación en ambos lados del Pacífico estaban evaluando los daños a las líneas de suministro global.
Ante la sospecha de que la escasez de piezas, pronto se convertirá en una realidad, algunos fabricantes de automóviles como Toyota, han recortado de inmediato la producción en las horas extraordinarias de sus plantas a fin de conservar piezas, y no parar completamente su manufactura, hasta que el abastecimiento de piezas vuelva a restablecerse.
Fuji Heavy Industries Ltd., matriz de Subaru, dijo hoy que 30 de sus proveedores había sufrido daños por el terremoto de 8,9 grados de magnitud y el tsunami en el norte de Japón. Fuji, que fabrica el Subaru Legacy, Outback y Tribeca en Lafayette, Indiana, depende totalmente de las plantas japonesas para sus transmisiones y motores de seis cilindros.
Tom Easterday, vicepresidente ejecutivo de Subaru de Indiana Automotive Inc., declaró que: "Simplemente no sabemos aún qué impacto se verá", "En este momento, la producción es normal, como de costumbre. Pero se necesita aproximadamente una semana para que las piezas necesarias lleguen desde Japón. Por lo que será la próxima semana cuando veamos algún efecto."
Por su parte, Paul Newton, analista de IHS Global Insight, declaró que los daños en las plantas eran menores, pero que toda esta paralización de la producción se debía a un "efecto dominó", ya que las plantas que resultaron seriamente dañadas, corresponden a las que fabrican componentes que exportan a diversos mercados incluyendo en Europeo. Además, dice que las principales factorías de automóviles japonesas, han paralizado su producción a fin de beneficiar a la población por su escasez de electricidad, debido al problema con varias de sus centrales nucleares.
Por lo tanto, la distribución de modelos en Norte América se verá retrasada, como bien dice Nissan, que sus modelos LEAF, GT-R y 370Z sufrirán retrasos.
Pero no sólo los modelos japoneses sufren esta desavenencia, sino que los fabricantes americanos, que dependen de distribuidores japoneses también se ven afectados. Ford, por ejemplo, que depende de Sanyo para la fabricación de baterías para sus híbridos, espera tener problemas de suministro. General Motors, no parece de momento sufrir percance alguno, pero siguen evaluando la situación.
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